5 criterios para lograr un programa federal eficaz que permita contar con reservas estratégicas en la próxima pandemia

Ante fallas en reserva Nacional Estratégica un grupo de expertos proponen un nuevo enfoque para la preparación para emergencias basándose en las lecciones aprendidas por el gobierno de los Estados Unidos al COVID-19.

Antecedentes

En el análisis “A Commons for a Supply Chain in the Post-COVID-19 Era: The Case for a Reformed Strategic National Stockpile” 1 publicado en “The Milbank Quarterly” se informa que en la respuesta del gobierno de los Estados Unidos al COVID-19 destacan problemas de enfoque. Esta respuesta se basó en gran parte, en las cadenas de suministro internacionales y la Reserva Nacional Estratégica (SNS, Strategic National Stockpile).

Un panel de expertos académicos y militares está pidiendo un enfoque más dinámico y flexible de la preparación para emergencias a nivel nacional y presentan 5 criterios para lograr un programa federal eficaz para contar con reservas estratégicas para la próxima pandemia.

La Reserva Nacional Estratégica -de los Estados Unidos- no había reabastecido algunos de sus suministros desde la pandemia de H1N1 en 2009-10. Muchos de sus suministros habían expirado. Y no existía un liderazgo claro. Las autoridades federales pasaron los problemas a los estados, dejando que los estados lucharan entre sí por recursos limitados. El resultado fue el caos“.

Necesitamos hablar de esto ahora, porque la nación necesita estar mejor preparada la próxima ocasión. Y siempre hay una próxima vez“.

Componentes necesarios para asegurar que exista una respuesta federal adecuada a futuras crisis de salud

Con ese fin, Handfield y colaboradores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, de la Universidad Estatal de Arizona, de la Escuela de Postgrado Naval de los Estados Unidos y el Equipo de Gestión de Carreras de Campo de Contratación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, se unieron para delinear los componentes necesarios para asegurar que exista una respuesta federal adecuada a futuras crisis de salud. Determinaron que un programa federal eficaz debe abordar 5 criterios:

  1. Más flexibilidad: para responder a amenazas imprevistas, cualquier sistema gubernamental debe tener suficiente inteligencia de mercado para asegurar que tiene diversas opciones, relaciones y proveedores en todo el sector privado para satisfacer las necesidades básicas. “No se pueden almacenar suministros para todas las posibles contingencias“, asegura Handfield.
  2. Visibilidad del inventario: el gobierno necesitaría saber qué suministros tiene, dónde están esos suministros y cuándo caducan. Idealmente, también sabría qué suministros están disponibles en qué cantidades en el sector privado, así como qué tan rápido podría comprar esos suministros. “Lo mismo ocurre con la demanda“, dice Handfield. “¿Qué necesita la gente? ¿Dónde? ¿Cuándo?
  3. Capacidad de respuesta: Las instituciones gubernamentales que supervisan la preparación para emergencias deben tener un liderazgo que pueda revisar la información a medida que esté disponible y trabajar con expertos para asegurar y distribuir los suministros de manera eficiente. Este sería un proceso continuo, en lugar de un sistema que se implementa solo en caso de crisis.
  4. Independencia global: la pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve el hecho de que Estados Unidos ha subcontratado la fabricación de material biomédico crítico porque era más barato. Las autoridades nacionales deben considerar invertir en la fabricación nacional de:
    • Equipo de Protección Personal
    • suministros y equipos de prueba
    • productos químicos farmacéuticos
    • jeringas
    • otros suministros biomédicos

    El año pasado realmente ha dejado en claro las consecuencias de depender de otras naciones para satisfacer las necesidades básicas durante una pandemia”, dice Handfield. “Depender en gran medida de los proveedores menos costosos para un producto determinado tiene consecuencias“.

  5. Equitativo: Los gobiernos deben asegurarse de que los suministros lleguen a donde más se necesitan para reducir las luchas internas y el acaparamiento que hemos visto en la pandemia de COVID-19. “Un primer paso aquí es establecer una forma de determinar cómo organizar para dar prioridad a las necesidades y cómo definiríamos una asignación y distribución equitativa de suministros“, detalla Handfield.

 

El último “ingrediente” es burocrático: la coordinación de estos 5 componentes debe ser realizado por un equipo permanente que se concentre únicamente en la preparación nacional y asegure que las agencias federales relevantes estén todas “en la misma página“.

Este es un cambio fundamental que se aleja del enfoque estático del SNS“, afirma Handfield. Agrega que “necesitamos comenzar a explorar cada uno de estos componentes con más detalle y definir cómo sería una estructura de gobierno. No sabemos cuánto tiempo tendremos hasta que enfrentemos otra crisis“.

Referencias

ROBERT HANDFIELD, DANIEL JOSEPH FINKENSTADT, EUGENE S. SCHNELLER, A. BLANTON GODFREY, PETER GUINTO; A Commons for a Supply Chain in the Post‐COVID‐19 Era: The Case for a Reformed Strategic National Stockpile; The Milbank Quaterly; Publicado el 2 de noviembre 2020; DOI: 10.1111/1468-0009.12485; Disponible en el URL: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1468-0009.12485

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