La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la grave escasez de medicamentos y herramientas de diagnóstico necesarios para combatir las infecciones fúngicas invasivas; además de que el proceso de investigación y desarrollo de nuevos tratamientos es lento y complejo.
Los informes destacan que estas infecciones afectan de manera desproporcionada a pacientes gravemente enfermos y a aquellos con sistemas inmunitarios debilitados. Entre los grupos de alto riesgo se encuentran los pacientes que reciben quimioterapia contra el cáncer, personas que viven con el VIH, receptores de trasplantes de órganos y pacientes pediátricos.
Las infecciones por hongos, que van desde las comunes candidiasis hasta las micosis invasivas, representan una preocupación alarmante por su rápida evolución en la resistencia a los tratamientos disponibles, lo que complica aún más el panorama clínico.
“Las micosis invasivas amenazan la vida de las personas más vulnerables, y en los países no se dispone de los tratamientos necesarios para salvar vidas”, advirtió la Dra. Yukiko Nakatani, Subdirectora General Interina de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS. La gravedad de la situación se evidencia en las altas tasas de mortalidad de los hongos de máxima prioridad de la OMS que afectan a casi 9 de cada 10 pacientes contagiados.
Por su parte, la falta de nuevos fármacos antimicóticos, así como medios de diagnóstico claros crean un vacío en materia de pruebas de detección de hongos. Esta falta de diagnósticos puntuales impide identificar con precisión la causa de la enfermedad, lo que a su vez dificulta la administración del tratamiento correcto y oportuno.
El desarrollo de tratamientos antimicóticos enfrenta importantes obstáculos
En la última década, las autoridades reguladoras de los Estados Unidos, la Unión Europea y China han aprobado cuatro nuevos fármacos antimicóticos. Por otro lado, a pesar de que actualmente hay nueve antimicóticos en fase de desarrollo clínico, solo tres se encuentra en las etapas finales, lo que sugiere que la disponibilidad de nuevos tratamientos seguirá siendo limitada en el futuro cercano.
Sumado a ello, los tratamientos actuales presentan efectos secundarios graves como reacciones entre medicamentos, escasez de formulaciones adecuadas y hospitalizaciones prolongadas. Por esta razón existe una necesidad urgente de producir antimicóticos más seguros y de amplio espectro, así como tratamientos pediátricos adecuados.
En este contexto crítico, la OMS hace un llamado a la acción global. Las recomendaciones incluyen invertir en vigilancia mundial, aumentar los incentivos financieros para el descubrimiento y desarrollo de fármacos, financiar la investigación básica así como promover la exploración de tratamientos que fortalezcan la respuesta inmunitaria de los pacientes. Finalmente, la OMS está elaborando un plan para implementar estrategias efectivas contra las micosis invasivas y la creciente resistencia a los antimicóticos.