La principal debilidad que enfrenta la Resistencia Antimicrobiana (RAM) es la falta de integración y homogeneización de los datos que genera la vigilancia epidemiológica, lo que deriva en una fragmentación operativa que impide la buena toma de decisiones en salud pública.
“La lucha de México contra la RAM se encuentra en una etapa crítica: el país cuenta con múltiples y vastos esfuerzos de vigilancia, pero estos operan de manera fragmentada”, así lo expuso la Dra. Daniela de la Rosa Zamboni, líder del Subcomité de Resistencia Antimicrobiana en el Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CENAPRECE).
Información aislada, el principal obstáculo
Aunque existen redes que miden la eficacia, esta información permanece aislada: la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE), por ejemplo, realiza la medición automática de las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud y el IMSS logra su medición además de la monitorización de Densidad de Dispositivos (DD). No obstante, esta retroalimentación es interna o automática, lo que dificulta la visión nacional.
Al mismo tiempo, los grupos de expertos, como el Grupo PROA (145 miembros) y S-CRAM (46 miembros), sí logran retroalimentar los resultados a sus integrantes, pero no miden de manera sistemática las IAAS o la DD. Esta disparidad en las capacidades y el alcance de la medición crea “una carga administrativa innecesaria, obligando al personal de laboratorio a alimentar repetidamente sistemas que no dialogan entre sí”.
Esta fragmentación impide consolidar una visión epidemiológica nacional real. Un ejemplo de ello es el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (INDRE), pieza clave en la vigilancia, aún requiere evolucionar para llevar una vigilancia activa con denominadores de salud pública. Las revisiones internas a sus propios laboratorios estatales, según la ponente, revelaron “deficiencias importantes entre cincuenta y sesenta por ciento” refiriéndose a la capacidad para realizar estudios básicos.
Durante su participación en el SEMINARIO ANUAL 2025: Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana (PUCRA) UNAM, coordinado por el Dr. Samuel Ponce de León, la especialista de CENAPRECE enfatizó que México tiene sólidas bases que desmienten la idea de empezar desde cero. Estas fortalezas se evidencian en el número de instituciones involucradas y la cobertura alcanzada.
Hacia la Integración Del Programa Nacional
En opinión de la Doctora De la Rosa, es imperante aprovechar la voluntad de colaboración de todos los grupos para impulsar un Programa Nacional de RAM que centralice las acciones.
“Tenemos grupos que quieren colaborar. Hemos de buscar el cómo y hemos de buscar los recursos,” afirmó la Dra. De la Rosa Zamboni, enfatizando que la solución no es la creación de nuevos entes, sino la integración de los existentes.
“Necesitamos juntar todo en el Programa Nacional enfocado al pico del iceberg: capacitación, educación, insumos en los hospitales y luego educación y concientización de la población general”.
La Dra. de la Rosa Zamboni concluyó que, el reto final es lograr la articulación que permita que los datos generados se traduzcan en una herramienta de acción coordinada y efectiva contra la resistencia antimicrobiana en todo el país.



