Hubo una época en que en la zona de neonatos en los hospitales los pañales se reciclaban, es decir tenían que lavarse y reusarse con cada pequeño paciente. Nadie quería lavarlos y nadie quería pagar los elevados costos de lavandería.
De igual manera, hasta antes de que llegaran los guantes de látex en los años 60s los médicos reusaban sus guantes que tenían que desinfectar constantemente. La llegada de los guantes desechables fue un paso histórico en el campo de la medicina, ya que al venir esterilizados reducen al máximo la contaminación microbiana y el contagio entre pacientes.
Son dos ejemplos del gran cambio que significó la llegada de insumos single-use, término en inglés que cada vez en más común por la seguridad que permite al personal de salud y a los pacientes.
Una de las mayores ventajas de los insumos o consumibles de un solo uso es que ayudan a reducir significativamente los riesgos de infecciones microbianas o de la contaminación cruzada que es muy común en el ambiente hospitalario. Al ser dispositivos utilizados una sola vez y en un solo paciente, se reduce el espacio para que haya intercambio de virus o bacterias, o éste es mínimo.
Otro aspecto favorable de la tecnología que promueve los dispositivos de un solo uso es que, si bien requieren cierta inversión inicial, en el mediano y largo plazo siempre derivan en menores costos en muchos sentidos.
En principio, permiten ahorros de limpieza y esterilización, y también de recursos por un menor uso de agua, jabón y otros químicos. Por estas mismas razones es que los productos de usar y tirar también son considerados ecológicos o en favor del medio ambiente.
En Europa, por ejemplo, no se usan desde hace mucho tiempo los consumibles de plástico que son de uso muy personal para el paciente, tales como orinales, cómodos o el llamado riñón. Desde hace décadas en los países europeos son de lo más comunes los consumibles de pulpa de papel que se usan y se tiran, en vez de usar los lavables de plástico.
Es innegable que el hecho de que estos insumos se tengan que usar una y otra vez con distintos pacientes, eleva el riesgo de contaminación e infecciones tanto para el personal que los lava como para los pacientes.
Sin embargo, en países como México donde la medicina aún no está orientada hacia la prevención, siguen rigiendo dichos consumibles reciclables.
En cambio, los insumos médicos de un solo uso son tradicionalmente utilizados desde hace décadas en los países donde su sistema está más enfocado a la prevención. Es el caso de los sistemas de salud de países europeos como Inglaterra, España y Francia.
En cambio, en el continente americano, la tendencia es hacia una mayor reutilización de todo tipo de insumos hospitalarios y se tiene la equívoca idea de que con ello se logran ahorros.