Un estudio de la Universidad de Surrey y la Universidad de Padova destaca la importancia de la ubicación de la cama en una sala de hospital y la exposición a la luz natural para mejorar la calidad del sueño de los pacientes. Además, menciona la necesidad de abordar las fluctuaciones de ruido en las salas de hospital durante la noche. Estas medidas podrían mejorar la experiencia hospitalaria de los pacientes y tener un impacto positivo en la salud general de los pacientes en el hospital.
La importancia de la ubicación de la cama y los factores ambientales en la calidad del sueño de los pacientes hospitalizados
Los resultados del estudio “Managing Circadian Disruption due to Hospitalization: A Pilot Randomized Controlled Trial of the CircadianCare Inpatient Management System” (Manejo de la Disrupción Circadiana debido a la Hospitalización: Un Ensayo Controlado Aleatorizado Piloto del Sistema de Gestión de Pacientes Hospitalizados CircadianCare) realizado por la Universidad de Surrey y la Universidad de Padova revela que la ubicación de la cama en una sala de hospital puede influir en la calidad del sueño de los pacientes. Además, se encontró que los niveles fluctuantes de ruido también afectan negativamente la calidad del sueño de los pacientes hospitalizados. El estudio fue publicado el 28 de diciembre de 2023 en la publicación revisada por pares Journal of Biological Rhythms.
Es importante que busquemos formas de mejorar la ritmicidad circadiana de los pacientes internados para ayudarles a dormir mejor, lo cual podría contribuir a mejorar su salud general y su experiencia en el hospital.
Sara Montagnese, profesora de Cronobiología de la Universidad de Surrey Tweet
Ritmo circadiano y el sueño durante la hospitalización
El objetivo de esta investigación fue encontrar formas de limitar el impacto de la hospitalización en el ritmo circadiano de los pacientes. Las ritmicidades circadianas son cambios fisiológicos que siguen un ciclo de 24 horas y se sincronizan mediante señales ambientales, como los ciclos de luz y oscuridad.
La profesora de Cronobiología de la Universidad de Surrey, Sara Montagnese, explica que la hospitalización debilita la ritmicidad circadiana y el ciclo de sueño-vigilia de los pacientes. Esto puede deberse a la enfermedad en sí o al entorno inusual y ruidoso en el que se encuentran, con horarios de luz, comida y actividad desordenados. Como resultado, los pacientes suelen experimentar una mala noche de sueño, con múltiples despertares nocturnos y somnolencia diurna mientras están en el hospital. Este sueño perturbado puede afectar su pronóstico y la duración de su estancia en el hospital.
Intervenciones para mejorar la calidad del sueño
El estudio reclutó a 50 pacientes hospitalizados, a quienes se les realizó una evaluación completa del sueño-vigilia. Además, se les pidió que completaran una bitácora de sueño diario y usarán un monitor de actividad durante toda su hospitalización. Se registraron factores ambientales como el tipo de habitación, la posición de la cama, la luz y el ruido.
Los pacientes fueron asignados al azar a dos grupos:
- Grupo de intervención, conocido como “Cuidado Circadiano“.
- Grupo de control, denominado “cuidado estándar“.
Aquellos en el grupo de Cuidado Circadiano debían usar gafas de luz que proporcionaban luz matutina enriquecida con longitudes de onda cortas inmediatamente después de despertarse durante 45 minutos. Luego, debían usar filtros de luz de longitud de onda corta desde las 18:00 hasta el inicio del sueño. Por último, se les proporcionaban comidas y terapia física/actividad en horarios lo más cercanos posibles a los que estaban acostumbrados en casa.
El impacto del entorno físico en el sueño
Los resultados demostraron que los pacientes en el grupo de Cuidado Circadiano tendían a acostarse más temprano y dormir mejor que al comienzo de su hospitalización. Además, se encontró que los factores ambientales desempeñaban un papel importante en el sueño de los pacientes. Aquellos que dormían cerca de la ventana tenían una mejor calidad de sueño significativamente mayor durante su hospitalización en comparación con aquellos que dormían más lejos de la ventana. Esto enfatiza la importancia de la cantidad de luz natural a la que está expuesto un paciente hospitalizado. Las fluctuaciones en los niveles de ruido en la sala también se asociaron con un aumento en los despertares nocturnos.
Recomendaciones para mejorar el entorno hospitalario
La profesora Montagnese destaca que la luz juega un papel crítico en la regulación de nuestro ritmo circadiano. El exceso de luz en los entornos hospitalarios por la noche puede dificultar conciliar el sueño, mientras que la falta de luz por la mañana puede retrasar o debilitar el ritmo circadiano de un paciente. Los resultados del estudio demuestran que aumentar y disminuir la exposición a la luz al comienzo y al final del día, respectivamente, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
Referencias
- Chiara Mangini, Lisa Zarantonello, Chiara Formentin, Gianluca Giusti, Esther D. Domenie, Domenico Ruggerini, Rodolfo Costa, Debra J. Skene, Daniela Basso, Lisa Battagliarin, Antonino Di Bella, Paolo Angeli y Sara Montagnese; Managing Circadian Disruption due to Hospitalization: A Pilot Randomized Controlled Trial of the CircadianCare Inpatient Management System; Journal of Biological Rhythms; Publicado en línea 28 de diciembre de 2024; DOI: 10.1177/07487304231213916; Disponible el el URL https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/07487304231213916