La responsabilidad de evitar las infecciones de diálisis peritoneal es en la mayoría de los casos de los mismos pacientes, sin embargo, esta premisa falla porque no están bien capacitados por los profesionales de la salud.
Así lo expuso el Dr. Mauricio Arvizu Hernández, nefrólogo internista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), y aseguró que son las enfermeras quienes deben encargarse de esta formación.
Ocurre porque el paciente no aprendió
“La mayoría de las infecciones que se presentan en los pacientes que inician la terapia de diálisis peritoneal ocurren porque el paciente no aprendió, pero mucho de eso depende de cómo se le enseñó.
“Una vez que se colocó el catéter, el equipo de enfermería debe encargarse de enseñarle a realizar sus curaciones y el tiempo determinado, pero sobre todo cómo identificar síntomas clínicos que puedan orientar hacia un proceso infeccioso”, declaró el especialista.
La diálisis peritoneal es de las terapias más habituales que se hacen fuera del hospital, y por ende de las más riesgosas, puesto que es el propio paciente quien se hace cargo de limpiar las toxinas de su propia sangre en sesiones que van de 4 a 6 veces por día.
20% de los pacientes fallecen
Por lo menos 20% de los pacientes que fallecen estando en diálisis peritoneal murieron por un episodio de peritonitis, una infección que, de acuerdo con los especialistas, puede ser evitada si se detecta a tiempo.
La peritonitis (infección) puede iniciar desde el sitio de salida del catéter o bien darse en el trayecto subcutáneo, incluso se da paralelamente.
La presencia de secreción purulenta en la unión entre el catéter y la piel, el dolor, la formación de abscesos, las náuseas, diarrea o simplemente el cambio en la coloración del líquido que se extrae el paciente, debe de obligar al profesional de la salud a iniciar lo más temprano posible el manejo de antibióticos; se recomienda de manera intraperitoneal, y sobre todo darle capacitación adecuada al paciente y al familiar.
“Es muy importante el ajuste de las dosis de los antibióticos considerando aspectos como la insuficiencia renal misma, la función renal residual y la evaluación de estos pacientes. Un paciente que inicia una peritonitis debe evaluarse por lo menos a las 72 horas, volver a tomar muestras y evaluar la respuesta. De esta manera se podrá modificar el manejo de antibiótico o hacer recomendaciones.
Si el túnel del catéter está infectado debe retirarse sí o sí
“Es mejor retirar un catéter, pasar al paciente a una terapia de hemodiálisis y preservar la cavidad, a no retirarlo y perderla de manera definitiva”, expuso el Dr. Mauricio Arvizu en la III edición del Foro El desafío de las infecciones intrahospitalarias de la iniciativa Hospitales sin Infecciones.
La Sociedad Internacional de Diálisis Peritoneal establece que cada institución de salud debe mantener una vigilancia activa y monitoreo de sus episodios infecciosos por paciente y año.
“La vigilancia permite establecer conductas que impactan de manera positiva en capacitación, prevención y disminución de peritonitis bacteriana”
Es muy importante la elección del tipo de catéter, se deben elegir los que tienen 2 cojinetes: uno queda anclado a nivel del músculo y otro a nivel del tejido subcutáneo.
La comunicación entre el personal médico, el equipo de enfermería y los pacientes es vital. El paciente debe saber que si se le va a hacer una endoscopia o colonoscopía y avisar al especialista para poder monitorearlo y distinguir algún agente infeccioso.
El hospital debe hacerse responsable
“El hospital debe hacerse responsable de los aspectos relacionados a la epidemiología de las infecciones y a la prevención activa. Si el paciente no puede tener acceso a una terapia con hemodiálisis y no se puede dializar porque perdió la cavidad, ese paciente va a fallecer en muy corto tiempo”, advirtió el especialista del INCMNSZ.
De acuerdo con el Global Burden of Disease (2021), la diabetes constituyó la causa más común de Enfermedad Renal Crónica (ERC) y la mortalidad por este padecimiento se incrementó en 2019 y 2021, posiblemente por la pandemia de COVID-19.
Incluso en países desarrollados, menos del 10 % de las personas con ERC en etapas tempranas tiene conocimiento de ello, lo que dificulta el inicio del tratamiento oportuno.
Según el Global Burden of Disease, la prevalencia de ERC en México se estimó en 13.8% en 2019, es decir, la tercera causa de muerte.
No disponemos de datos actuales
Sin embargo, no disponemos de datos actuales sobre la carga de la ERC. La publicación de los datos del GBD en 2021 brinda una oportunidad única para actualizar la información sobre la ERC en México, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19.
En México, la responsabilidad de prevenir, diagnosticar, evitar complicaciones, dar tratamientos adecuados, cubrir los costos directos y los derivados de la incapacidad laboral y la rehabilitación, descansa mayoritariamente (>85%) en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la institución de salud de mayor cobertura del país y probablemente de Latinoamérica, pues tiene fortalezas que le permiten atender estas necesidades al contar con la infraestructura y recursos para ello.
Consulta la conferencia completa aquí: https://www.youtube.com/watch?v=QO9hLBL0-ec&t=48s