Por el Dr. Luis Antonio Gorordo Delsol
Claudia tenía 28 años, un embarazo sin complicaciones y un parto natural bien atendido. Todo parecía ir bien hasta el segundo día en casa: fiebre, dolor abdominal, debilidad extrema. “¿Será el cansancio?”, pensó. Pero la fiebre persistía. Al llegar al centro de salud, la doctora de guardia no dudó el diagnóstico: sepsis materna, una infección asociada al embarazo o el parto que se ha salido de control y pone en peligro la vida.
Historias como la de Claudia nos recuerdan algo esencial: la maternidad no debería poner en riesgo la vida de las mujeres. Sin embargo, la sepsis materna sigue siendo una de las principales causas de muerte prevenible durante y después del embarazo, la tercera causa de muerte materna, incluso en pleno siglo XXI.
¿Qué es la sepsis materna?
La sepsis materna es una respuesta sistémica descontrolada del cuerpo frente a una infección adquirida durante el embarazo, el parto o el puerperio (los 42 días posteriores al parto). A menudo comienza con síntomas comunes —fiebre, malestar, dolor— que pueden confundirse con molestias típicas del posparto, pero su evolución puede ser rápida y grave si no se identifica y trata a tiempo; lo más preocupante es que en muchos casos, estas muertes se podrían haber evitado con una atención adecuada desde el primer contacto.
El verdadero valor del control prenatal
El control prenatal no es un mero protocolo burocrático: es una herramienta poderosa de prevención, educación y vigilancia. Un embarazo bien vigilado permite detectar y tratar oportunamente condiciones que, si se ignoran, pueden propiciar infecciones graves o sepsis. Algunos elementos clave que deberían estar presentes en todo control prenatal de calidad:
- Vacunación oportuna: Influenza, COVID-19 y tosferina protegen tanto a la madre como al bebé durante los primeros meses de vida.
- Detección de bacteriuria asintomática e infecciones vaginales: Estas infecciones, comunes durante el embarazo, pueden escalar rápidamente si no se tratan.
- Manejo adecuado de enfermedades crónicas: Diabetes, hipertensión, obesidad, lupus o VIH aumentan el riesgo de infecciones graves.
Un control prenatal completo debe incluir estudios de laboratorio, educación sobre signos de alarma y atención integral, no solo controles de peso o presión arterial.
¿Y si la infección aparece durante el embarazo o después?
El cuerpo de la mujer embarazada atraviesa cambios fisiológicos que la hacen más susceptible a ciertas infecciones. Durante el embarazo y el puerperio, hay que poner especial atención a:
- Infecciones urinarias y vaginales
- Corioamnionitis (infección de las membranas fetales)
- Infecciones respiratorias y gastrointestinales
- Infecciones posquirúrgicas (cesáreas, episiotomías)
La fiebre no debe ser ignorada. Tampoco el flujo con mal olor, el dolor abdominal persistente ni los escalofríos. Estos pueden ser los primeros signos de una infección que evolucione hacia sepsis.
Sepsis puerperal e infecciones asociadas a la atención sanitaria
Las infecciones que ocurren durante o después del parto, especialmente tras procedimientos invasivos o cesáreas, deben tratarse con protocolos estrictos de higiene, profilaxis antibiótica y vigilancia activa. La sepsis puerperal puede originarse por:
- Mala técnica en procedimientos obstétricos
- Retención de restos placentarios
- Falta de profilaxis adecuada
- Contaminación en el entorno hospitalario
Aunque muchas unidades hospitalarias siguen normas de seguridad, las infecciones asociadas a la atención sanitaria en obstetricia aún ocurren, y su impacto puede ser devastador. La prevención empieza en los detalles: higiene de manos, esterilidad, antibióticos indicados en tiempo y forma, y seguimiento posparto.
Atención Primaria: la clave para detectar a tiempo
La mayoría de las embarazadas en México tiene su primer contacto con el sistema de salud en una unidad de atención primaria: un consultorio, una clínica de salud, un centro urbano o rural. Ahí deben detectarse los signos de alerta y coordinarse los cuidados necesarios.
Por ello es urgente:
- Capacitar al personal de salud del primer nivel en la identificación temprana de infecciones y signos de sepsis.
- Garantizar acceso a estudios básicos.
- Establecer canales de referencia funcionales y eficientes.
- Promover una cultura de educación para la salud centrada en la mujer embarazada y su familia.
Claudia volvió a casa, pero no con la misma mirada. Ya en su hogar, mientras su hija duerme en brazos de su pareja, Claudia recuerda con nitidez la angustia de aquellos días. Su recuperación fue física, pero también emocional. “No sabía que esto podía pasar… ni que podía evitarse”.
Y ahí está el mensaje más importante: la información, la prevención y la atención oportuna pueden marcar la diferencia entre una anécdota de susto y una historia de pérdida. Que este Día de las Madres no solo hablemos de flores y pasteles, hablemos de salud, de prevención y de una maternidad plena, segura y digna para todas.
Colofón:
Acaba de pasar la Semana Nacional de Vacunación 2025. ¿Fuiste a vacunarte? ¿Llevaste a tus niños y adultos mayores? La responsabilidad es de todos: autoridades, personal de salud y tu.
Luis Antonio Gorordo Delsol
Esp. Urgencias Médico-Quirúrgicas, Esp. Medicina Crítica, Mtro. Gestión Clínica, Dirección Médica y Asistencial. En ‘X’ @ChatoGorordo, correo: luis.gorordodelsol@icloud.com